Entre las bonitas playas de Cádiz, hay un punto del litoral que destaca sobre muchos por su bella y salvaje naturaleza, realzado por estar la cala que esconde este enclave natural es un recóndito lugar alejada de caminos principales. Situada en la parte sur de la conocida playa de Bolonia encontramos las piscinas naturales de Bolonia, también llamada por algunos los Baños de Claudia.
Cómo llegar a las piscinas naturales de Bolonia
Primero deberemos llegar a la pedanía tarifeña de El lentiscal, en coche tomaremos la carretera paralela a la playa hacia el sur donde llegaremos a una amplia bolsa de aparcamiento junto a los chiringuitos Sirocco y Serenade. Es un parking público en el cual hay que dar un asequible donativo a unos a unos vigilantes autorizados por el ayuntamiento.
Las piscinas naturales de Bolonia se encuentran a unos tres kilómetros de dicho lugar y se puede ir hacia ellas, bien por la playa o través del campo por unos caminos y senderos que recorren diversos entornos que bordean la playa como llanos, dunas, acantilados y otros habitas como frondosos bosques de pinos (pinar del chaparral). Siempre dando la espalda a la famosa Duna de Bolonia.
El camino es de unos cincuenta minutos mínimo a buen paso es de tu elección, a nosotros para llegar a los Baños de Claudia nos gusta ir por el camino diverso que en algunos tramos es como un laberinto y luego para volver por la playa con más comodidad.
Eso sí, hay que tener en cuenta la marea, porque aunque la playa de Bolonia es bastante amplia, si vas por la playa con una marea alta te puedes encontrar acercándote a las piscinas naturales de Bolonia con tramos de playa que hay poco espacio y te obliga a ir sobre rocas, o directamente sin espacio, en donde no te quedará más remedio que subir a algunos de los senderos que acompañan la playa.
Además, avisar que cuando la marea está alta, las piscinas naturales desaparecen porque las cubre el agua. Las zonas cercanas al final de camino tienen bastantes piedras con estructuras de flysch.
Por ello el momento ideal para visitar las piscinas naturales de Bolonia y disfrutarlas al máximo es en bajamar.
La playa de las piscinas naturales de Bolonia
Este tesoro natural de los Baños de Claudia en la provincia de Cádiz se trata de un conjunto de piscinas naturales formadas por el agua del mar que queda en las rocas cuando baja la marea, crean un enclave de paisaje espectacular para los bañistas. En algunas piscinas de tamaño pequeño y el movimiento de las olas parece que forman jacuzzis naturales.
Estas piscinas naturales de Bolonia y su caprichosa disposición de una hilera de rocas se han creado debido a la acción de mar en su erosión de la parte más débil de la roca sedimentaria que constituye los acantilados de costa en este lugar.
Su dificultoso acceso es una ventaja para todos aquellos que busquen lugares solitarios, y huyan de la masificación de gente, con unas grandes vistas, incluso al fondo se observa África.
Teniendo el caminante como premio unas refrescantes aguas cristalinas, (recordando ir con la marea baja). Pero como ocurre en todos los lugares «turísticos», fuera de época de verano es donde te encontrarás el lugar en su plenitud de tranquilidad.
Lodos para la piel en las piscinas naturales de Bolonia
Una particularidad del enclave de este trozo de la costa gaditana es que de las paredes de los acantilados y rocas se puede coger arcilla de color verde y preparar una mascarilla de belleza para retírala luego con un baño.
Esta zona, como los cercanos Caños de Meca, es conocida por los chorritos de agua natural (chorrito de la Teja) que salen de las paredes de acantilado como un manantial y que puede formar al mezclarse con la arenisca un barro que la gente suele utilizar para embadurnarse la piel por las supuestas propiedades hidratantes, pero creemos que la gente lo realiza por imitación de otras sin ninguna evidencia clara de sus cualidades
Los Baños de Claudia
Las historias sin fundamento cuentan que fue una romana llamada Claudia, de la cercana ciudad romana de Baelo Claudia, la primera que apreció las propiedades saludables para la piel de aquel trozo de playa y desde entonces acude la gente al Chorrito de la Teja a cuidarse la piel y a las piscinas naturales de Bolonia para disfrutar de sus baños como si fuera un balneario.
Esta zona de Tarifa, donde se encuentra la piscina natural de Bolonia, esta caracterizada por pequeñas calas escondidas. Así que es posible encontrar a personas practicando nudismo pues son zonas idílicas, pocos transitadas y de difícil acceso, condiciones estupendas para quitarse el bañador. Se estará más tranquilos que en la más popular y visitada zona central de la playa de Bolonia.
Este tesoro natural de Cádiz levanta muchas expectativas tras la caminata, pero puede a veces decepcionar pues esporádicamente ocurren invasiones de algas que le quitan brillo al lugar, esperemos que cuando los visites te encuentra su estado limpio y cristalino natural.
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